Cuando escuchamos que un niño ha sido capaz de acabar con la vida de una persona, ya sea cercana o no, se nos hace casi imposible creerlo, ya que la niñez se caracteriza por ser un periodo de inocencia en el cual un niño esta aprendiendo a ver la vida con ojos de asombro, y se nos hace casi que imposible llamarlos asesinos; pero existen, son niños con un problema mental experimentado desde la psicosis llevada a un nivel extremo.
Un niño asesino puede ser identificado desde mucho antes de matar a una persona, teniendo en cuenta su comportamiento en la vida, son agresivos, impulsivos, desafiantes, dominantes, mentirosos, calculadores e insensibles al dolor humano y sin proyección de vida. Comúnmente demuestran que sienten total desprecio por la vida humana. Irresponsable con las normas y obligaciones sociales e incapaces de sentir culpa por conductas antisociales. Suelen tener un egocentrismo muy marcado y claras deficiencias de empatía y en su control. Se considera el centro del mundo, que aprende a ver a los demás como meros instrumentos para satisfacer sus deseos. No toleran la frustración y no están acostumbrados a esforzarse para resolver los problemas, tienen brotes de ira cada vez más frecuentes, que acaban en un estado de descontrol y al final, de violencia. Las personas con trastorno psicopático, o psicópatas, suelen estar caracterizadas por tener un marcado comportamiento antisocial, una empatía y remordimientos reducidos, y un carácter desinhibido. Es impulsivo, violento e incapaz de entablar relaciones afectivas duraderas, sin olvidar que goza con el dolor, no siente culpa y puede ser adicto al alcohol y drogas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario